Óscar Casas lo confiesa TODO: La verdad detrás de su adicción al alcohol, su obsesión secreta con Ana Mena y los secretos ocultos de ‘El Gran Salto’ que nadie se atreve a contar
Óscar Casas y su confesión más personal: “Toqué fondo con el alcohol, pero Ana Mena fue mi salvavidas emocional”
Por: Mariana Vélez | Revista Latido Pop
En un estudio sobrio pero lleno de energía creativa, Óscar Casas —el actor español que lleva años luchando por deshacerse del título de “hermano de Mario Casas”— decidió abrir su alma en una entrevista exclusiva con LOS40. Lo que prometía ser una conversación sobre su nueva serie El Gran Salto, terminó convirtiéndose en una revelación íntima sobre su vida, sus adicciones, sus pasiones musicales y una fanatización casi poética por la cantante Ana Mena.
El Gran Salto… fuera y dentro de la pantalla
La serie El Gran Salto, producida por una importante plataforma de streaming, ha sido promocionada como el papel más exigente de su carrera. Óscar interpreta a un joven gimnasta que debe superar traumas, expectativas familiares y presiones mediáticas para competir en los Juegos Olímpicos. “No es solo una serie de deporte”, aclara Casas. “Es sobre el miedo al fracaso, la autoexigencia extrema y cómo muchas veces somos nuestros peores enemigos”.
Lo curioso es que, según sus propias palabras, el personaje no está tan lejos de su realidad: “Yo también he vivido con una presión enorme por demostrar que valgo por mí mismo. Estaba tan obsesionado con triunfar que terminé refugiándome en el alcohol”.
La caída silenciosa: “El alcohol se volvió mi válvula de escape”
En un momento impactante de la entrevista, Óscar deja el tono promocional para entrar en territorio vulnerable. “Durante un tiempo, bebía todos los días. No en plan de fiesta… era para calmar la ansiedad, el miedo, el agotamiento mental. No me daba cuenta de que me estaba autodestruyendo”, confesó, con la voz entrecortada.
El actor reveló que su dependencia empezó a los 24 años, justo cuando su carrera parecía estancarse y sentía que no lograba salir de la sombra de su hermano. “Una vez terminé una grabación, me fui directo al hotel y me tomé media botella de whisky solo. Y pensé: ‘¿Esto es normal?’. Fue ahí cuando supe que necesitaba ayuda.”
La inesperada salvación: Ana Mena
Cuando el periodista le preguntó qué fue lo que lo ayudó a salir del agujero, la respuesta sorprendió a todos: Ana Mena. “No la conozco personalmente… pero su música fue mi terapia”, explicó entre risas tímidas. “Escuchaba su canción ‘Música Ligera’ en bucle. Me recordaba que la vida puede ser brillante incluso cuando estás roto por dentro”.
Óscar explicó que se volvió fan absoluto de la artista malagueña. “No solo me gusta su voz o su estilo… es su fuerza, su capacidad de reinventarse. Me inspiró muchísimo. Hasta tengo una playlist que se llama ‘Rescates de Ana’”.
¿Y qué pasaría si algún día Ana Mena leyera esto? Óscar se sonroja: “Me muero. Pero al mismo tiempo, me encantaría decirle gracias por todo lo que hizo sin saberlo”.
La fama, las redes y la trampa de la perfección
Óscar también habló del lado oscuro de la fama, ese que no se ve en las alfombras rojas ni en las publicaciones de Instagram. “Nos han vendido la idea de que debemos ser perfectos todo el tiempo. Cuerpos perfectos, relaciones perfectas, carreras sin fallas. Y si no lo logras, sientes que no vales nada”.
Él mismo cayó en esa trampa. “Vivía más pendiente de lo que publicaba que de lo que sentía. Me comparaba con todos. Cuando no tienes identidad sólida, te puedes romper en mil pedazos.”
El renacer: terapias, familia y nuevos proyectos
Hoy, Óscar asegura que lleva más de un año sin tocar una gota de alcohol. “No fue fácil. Tuve que ir a terapia, hablar mucho con mi familia y rodearme de personas que me apoyaran de verdad”. También menciona a su madre como figura clave. “Ella me miró un día y me dijo: ‘Tú no eres este chico triste. Eres fuego. Y el fuego no se apaga con alcohol’”.
Actualmente, está trabajando en dos proyectos cinematográficos, uno de los cuales se rodará en Latinoamérica. “Me emociona explorar historias desde otras culturas. Me estoy reinventando como actor y como ser humano.”
Un mensaje para quienes luchan en silencio
Al final de la entrevista, Óscar quiso dejar un mensaje claro: “Si alguien que está leyendo esto se siente como me sentí yo, que sepa que pedir ayuda no es de débiles. Es de valientes. Nadie tiene una vida perfecta, y no hay nada más poderoso que mirarte al espejo y decir: ‘Hoy empiezo de nuevo’”.
¿El futuro? Brilla, pero con los pies en la tierra
Le preguntamos cómo se ve en cinco años. Su respuesta, aunque sencilla, fue demoledora: “Espero seguir estando sobrio. Seguir amando lo que hago. Y, bueno… ojalá algún día hacer una colaboración con Ana Mena, aunque sea de extra en uno de sus videoclips”, bromeó con una sonrisa genuina.
⚡ Epílogo:
Óscar Casas ha dado el gran salto. Pero no solo en la pantalla, sino en su vida. Dejó atrás el ruido, la adicción y el miedo para convertirse en un referente de autenticidad, lucha y sensibilidad. Su historia no es solo la de un actor. Es la de un ser humano que decidió dejar de fingir… para empezar a vivir de verdad.