¡Increíble pero cierto! Inteligencia Artificial revive a las abuelas en TikTok, une enemigos por odio y hasta pone en jaque el futuro de la música popular
“Las amistades unidas por el odio, las abuelas y la IA, y el gran trivial musical: ¿Estamos viviendo el fin de lo auténtico?”
Por: Valentina Ruiz | Revista Impacto Total
BOGOTÁ — En un mundo donde los algoritmos deciden lo que amamos, lo que compramos y hasta con quién nos peleamos, las fronteras entre lo real y lo artificial se diluyen a una velocidad de vértigo. Pero lo que está ocurriendo en redes sociales —y más allá de ellas— parece sacado de una película de ciencia ficción… o de una telenovela con guión cínico y afilado.
La reciente tendencia que sacude TikTok y otras plataformas no es un nuevo challenge de baile ni un filtro para embellecer la piel: es la inteligencia artificial dándole voz y rostro a las abuelas fallecidas para que envíen mensajes desde el más allá. Pero eso no es todo. Mientras eso ocurre, existen grupos de personas que se están uniendo no por amor o ideales compartidos, sino por un odio común hacia otros, creando “amistades oscuras”. Y como si fuera poco, un nuevo trivial musical viral está obligando a la gente a cuestionarse si lo que escuchan realmente les gusta… o si solo siguen lo que la máquina les sugiere.
Capítulo 1: Las abuelas “revividas” por IA: ¿consolación o profanación?
Miles de videos circulan en TikTok donde una abuela —fallecida hace años— aparece hablando con la voz perfectamente replicada por inteligencia artificial: “Hola, mi amor. Desde el cielo te cuido”. Los nietos lloran, los likes se multiplican y los comentarios se inundan de corazones. Pero… ¿dónde está el límite entre el homenaje y la manipulación emocional?
“Mi abuela murió en 2015 y oírla decir mi nombre otra vez me hizo temblar”, cuenta Dayana M., influencer barranquillera. “Pero luego me pregunté: ¿es eso realmente ella… o solo una voz diseñada para hacerme llorar?”
Psicólogos advierten que este fenómeno puede tener consecuencias impredecibles: dependencia emocional a simulaciones, dificultad para procesar el duelo real y confusión entre memoria y ficción.
Capítulo 2: El nuevo pacto social: “Nos odiamos a los mismos, ¡hagámonos amigos!”
Mientras tanto, en la otra esquina de la emocionalidad digital, emerge un tipo de amistad nunca antes vista: la que nace del odio compartido. Así como los antiguos enemigos políticos se aliaban contra un enemigo común, ahora personas que nunca se hubieran seguido mutuamente se están uniendo para “cancelar” a influencers, criticar artistas, o derrocar tendencias virales.
Un caso viral en Colombia lo protagonizó un grupo de seguidores de dos youtubers que antes se detestaban. “Nos dimos cuenta de que los dos odiábamos al mismo creador de contenido y eso nos unió. Ahora somos amigos”, explica “JuliFake”, usuario que suma más de 300.000 seguidores.
¿Estamos creando comunidades construidas no sobre valores positivos, sino sobre un rechazo común? ¿Es el odio el nuevo motor social? Los expertos en comportamiento advierten que este tipo de lazos, aunque aparentemente fuertes, son inestables y pueden volverse peligrosos si no se redirige la energía.
Capítulo 3: El trivial musical que te dice si amas tu canción favorita o solo estás hipnotizado por el algoritmo
En el mundo de la música, el caos también ha llegado. Un trivial viral —el “¿Conoces o solo repites?”— está enfrentando a millones de usuarios con una verdad incómoda: muchas de las canciones que dicen amar, no podrían cantarlas sin mirar la letra.
Este juego, simple pero adictivo, reproduce canciones famosas y pide a los usuarios que canten el coro sin ayuda. Lo que muchos descubren es devastador: apenas recuerdan fragmentos, y lo que creen que les gusta… es solo lo que el algoritmo les repite constantemente.
“El juego me hizo ver que no tengo idea de lo que escucho. Solo le doy play a lo que me sugiere Spotify o TikTok”, reconoce Nicolás C., estudiante universitario en Medellín. “Me sentí manipulado.”
La reflexión va más allá: ¿somos realmente libres al elegir nuestra música, o solo obedecemos patrones impuestos por inteligencias artificiales invisibles que conocen más de nosotros que nosotros mismos?
Conclusión: ¿Estamos perdiendo el control de lo que sentimos y pensamos?
Estas tres realidades —las abuelas resucitadas por IA, las amistades nacidas del odio y los gustos musicales dictados por la máquina— parecen no tener relación a simple vista. Pero todas apuntan hacia un mismo destino: la erosión del criterio individual.
El ser humano, empujado por la tecnología y las emociones de segunda mano, comienza a dudar de lo que siente, de lo que recuerda y de lo que desea. La nostalgia se digitaliza, la amistad se transforma en alianza táctica, y el arte se convierte en repetición inconsciente.
No es que la inteligencia artificial sea mala por sí sola. Ni que las redes estén condenadas. El problema es cuando dejamos de preguntarnos: “¿Esto lo siento yo… o alguien me hizo sentirlo?”
Epílogo: Lo que viene no será suave
Los próximos años no traerán respuestas fáciles. El auge de la IA emocional, el odio viral y el entretenimiento automatizado apenas comienza. Pero una cosa es segura: quien no se cuestione, será simplemente parte del decorado.
Por eso, mientras escuchas tu playlist favorita, conversas con tu “nueva mejor amiga” y miras el video de tu abuela revivida, haz una pausa y pregúntate: